Orquesta Simón Bolívar, Gustavo Dudamel, Drag Queen. Royal Fesival Hall.

Turangalila.

Sorpresa de escuchar Messiaen dos semanas seguidas? El problema es que la sorpresa no aparecería si fuera Beethoven o Brahms.
Me parece música para la élite, y todavía “diferente” de escuchar para mí, así que sinceramente me pregunto cómo afronta este tipo de conciertos el público porque, con tickets agotados, imagino que no será músico. Pero entrará en juego el nombre “Orquesta Simón Bolívar”, “Gustavo Dudamel” y blablá más que el programa.
Son buenos, se han enfrentado a este reto, pero me gustaría escuchar la obra a otra orquesta, o esta orquesta con otra obra, para poder juzgarla, porque ahora mismo no me veo capaz. Ha estado genial, la obra es brutal, lo de las ondas una pasada, pero no puedo decir más.
Lo que sí digo es que había una Drag Queen de solista de piano. Vestida cual bola de discoteca que no podía ni moverse por el escenario con trampolines por zapatos. Cuando salió, la gente se asomaba desde el gallinero pa verle la raja de la falda. A mi me van a perdonar pero me parece una falta de respeto no sólo al lugar, público, música y compañeros, si no también a ella misma. De verdad necesitas hacer eso para llamar la atención? Puedo atreverme a llamarlo falta de confianza en uno mismo? Me recuerda a la pava esa que da las campanadas en España; al final está visto que cada uno hace lo que le dala gana, así que me callo. 
Ah sí, se llamaba Yuja Wang.

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