El cuarteto es una movida, todos lo sabemos, pero lo que yo me pregunto es por qu`e tanto tiempo despu`es de su composici`on todav`ia nos cuesta escuchar este tipo de m`usica.

El hombre de la charla habl`o del cuarteto, del compositor etc… pero no me voy a meter con eso porque podr`iamos hacer una tesis doctoral, el caso es que dijo que en el estreno, los presos se quejaron abiertamente de que les resultaba muy dif`icil y en ocasiones irritable de escuchar. Y as`i seguimos.
Lo hab`ia o`ido ya varias veces, y lo toquete`e hace un par de a;os pero me enter`e en ese momento de lo qu`e va la obra. Que estr`es y agon`ia, pero vamos que eso es lo que quiere conseguir.
Como formaci;ion creo que estaba descompensado. El clarinete era un dios y los dem`as unos pobres a su sombra. El piano hac`ia lo que estaba escrito correctamente pero nada en especial, y el chelo y el viol`in deben matarse a estudiar arm`onicos en agudos en pp. S`e que es una putada pero si os atreveis a tocar esta obra campeones no pod`eis destrozar los n`umeros m`as impresionantes con ese tipo de detalles.
Pero menos mal que ten`ian ese clarinete. Hac;ia lo que le daba la gana con los matices, y era impresionante. Respiraba? Yo no s`e si respiraba pero el legato era impecable.

Jajaja qué tío más cachondo, un crack! Todo un actor, con sus facetas de cómico perfectamente interpretadas pero también siendo fiel a la expresión y melancolía. Tiene una gran voz y una técnica sublime; no me sorprende que siendo tan joven ya haya pisado los grandes escenarios.

El pianista me ha parecido muy correcto, sin más, pero ya es bastante cuando de acompañar a cantantes se trata.

El programa me ha gustado mucho aunque hubiera variado un poco más las épocas. Es cierto que las piezas contrastaban mucho en carácter pero llámenme aburrida cuando diga que echaba de menos algún Schubert.

Me gustan estos conciertos. Son cortos, a medio día, y veo a la gente rodar el programa. Otra vez compañeros desconocidos que a saber cuándo me vuelvo a cruzar.

Estos chicos eran buenos, podía ver mucho talento, pero creo que como dúo no pegan. No sé decir exactamente por qué pero no. La violinista me parecía mucho más entregada que el pianista, que era un poco bruto y despreocupado, pero no quiere decir que lo haga mal… No sé, he salido igual que he entrado.
El programa muy bien escogido aunque se notaba mucho que el Schumann estaba más maduro y el Beethoven recién salido del cascarón. Pero bueno, todos sabemos que hay que pasar por ahí.
La Iglesia preciosa y tan grande como siempre. Alumnos del conservatorio apoyando, ninguno

aparte del que repartía los programas (que le pagan).

Pues como me gustó tanto el Cuarteto Casals y como dije, los pianistas debemos ir a estos conciertos, he vuelto. Otra vez españoles, y muy buenos.

El martes me pasaron por Facebook un evento del concierto, con entradas gratuitas para menores de 25 años (cuidao que un poco más y no te escapas) y las reservé automáticamente sin pensar. Hice bien porque la gente parece que se lo sabe y estaba lleno de estudiantes en su mayoría españoles. Alguna cara conocida por allí: qué pequeño es el pañuelo.
El sitio es muy acogedor, lovely! Perfecto para música de cámara o conciertos sencillos, pero lo que me ha matado han sido las sillas. Y ya no me quejo más que no he pagado.
El cuarteto era de nivel, muy bien equilibrados y algo que me ha llamado particularmente la atención ha sido la fuerza y energía. Pero también tenían elegancia y delicadeza en la primera parte. 
Un programa muy completo e interesante, los felicito por la elección arriesgada pero triunfante. Pensando en poner pegas, podría cambiarle un poco de la sangre del violín segundo a la horchata de la cellista, pero eso es todo.

Esto es una cosa rara, para qué voy a mentir. Pero me ha gustado, creo que la gente es buena. Un teatro en el que el público se mueve por el escenario (la casa) siguiendo a los actores por las habitaciones. Es curioso y divertido como poco, aunque el argumento de divertido no tenga mucho. Los actores se mueven alrededor de tí, y eso hace que estés totalmente metido en la obra, sin desviar la atención, sintiendo incluso cómo respiran. Entras al salón, sales al jardín, al sótano, entras, sales, pasas frío, entras, sales, pasas frío, pasas frío y luego vuelves al salón y claro, la casa está fría.