Mendelshonn, Schubert, Ravel, Say.
Un concierto que disfruté y del que aprendí mucho. Unos pianistas sin duda a la par de virtuosos, con un espectáculo para agradar a la mayoría de públicos.
Por otro lado hubiera preferido escucharlos con los ojos cerrados, pues tenían ciertos manierismos y aspavientos que parecía que se estuvieran oliendo las orejas