Schumann:
Escenas de niños
Toccata
Kreisleriana
Shostakovich: Selección de preludios y fugas
Stravinsky: Tres movimientos de Petrushka
Lo único que puedo decir de Trifonov es gracias. Gracias por aportar tu historia a la historia de la música y hacernos a todos partícipe de ello. Gracias por ser así y por compartirlo con nosotros. Solo Dios sabe de dónde has salido muchacho.
Llevaba meses esperando para ver El Cascanueces. Compré las entradas en verano y casi estaban agotadas! Pero he de confesar que para la próxima vez invertiré un poco más de dinero, porque no veía nada más que el área izquierda.
Disfruté como una niña, aunque lo conozca bastante. La escenografía que usa esta gente nunca va a dejar de sorprenderme y lo buenos que son, tampoco. Elegí este día porque tenían a Marianela Nuñez, que pongo en la lista de “ver antes de morir”.
Sin embargo esta vez la orquesta me defraudó. Quién era el de la pandereta en la danza árabe? Porque hay que darle un par de collejas. Y las trompetas? Collejas o bofetones?
Partitas 1, 2 y 4.
Un concierto para recordar, quizá de los mejores últimamente. Este hombre es muy inteligente e interesante y hace un Bach que merece la pena. Y valiente, con las tres partitas seguidas sin descanso. A ver quién se sube ahí y lo imita. Yo paso.
Tenía al público (o a mí por lo menos) atento y deseando seguir escuchando la próxima variación, el próximo adorno o la siguiente sorpresa y delicia de ornamentación. Muy bien hecho, he dicho.
No fue lo que me esperaba y me llevé una pequeña decepción. Nada que no estuviera en los libros y que alguien más o menos curioso pudiera ya saber, pero de todas formas fue un orgullo ver a este hombre antes de que sea demasiado tarde. No solo yo me quejé de su acento, a unos cuantos más también les costó enterarse, luego nos dicen a los españoles…
El pianista ha sido un descubrimiento, muy buena sonata, con muchos parasismos y espasmos que mataban el virtuosismo pero buenos pasajes líricos.
Rossini. William Tell Overture
Schumann. Piano Concerto
Bruch. Violin Concerto
Stravinsky. Firebird (1919)
Fue como un volcán.
No estoy muy segura de la obertura, hizo del principio de un concierto tan serio, una pantomima. Pero bueno, bien.
Cuando salió me recordó un poco a la Pires, sencilla, simplemente con una camiseta y una falda negra normal, con su pelo blanco largo y suelto. Martha es como un volcán. Puedes ver cómo esos dedos tan fuertes atacan las teclas con ese sonido tan enorme. Pero al mismo tiempo lleno de delicadeza y lirismo. Lo tocó a su manera, cediendo tempos que sabía que la orquesta seguiría, y dibujando líneas que nunca imaginarías. El director era su amigo, ese que siempre toca con ella, y su combinación juntos fue absolutamente brillante.
El violinista es también muy bueno. No sabía que ese era el concierto tan conocido, pero ya no se me olvidará. Me parecía que tenía un legato precioso, como si tocara con un arco eterno.
El Pájaro de Fuego fue como un volcán. Pero lo hubiera escuchado más concentrada en otro concierto, no en este, donde dos grandes solistas me hicieron sentir agotada para esta última obra.
