Partitas 1, 2 y 4.
Un concierto para recordar, quizá de los mejores últimamente. Este hombre es muy inteligente e interesante y hace un Bach que merece la pena. Y valiente, con las tres partitas seguidas sin descanso. A ver quién se sube ahí y lo imita. Yo paso.
Tenía al público (o a mí por lo menos) atento y deseando seguir escuchando la próxima variación, el próximo adorno o la siguiente sorpresa y delicia de ornamentación. Muy bien hecho, he dicho.