Canción de la Tierra, Mahler.
Le esta muy grande esta obra al grupo. Se les iba de las manos contínuamente: desafinaciones, desajustes rítmicos, tempos demasiado inestables… aparte de que tapaban a los cantantes casi siempre. Es un reto enfrentarse a esta obra pero un gesto de humildad respetarla.
Sólo se salva el clarinetista, Alfonso Pineda, porque los demás…que vergüenza. Y el del clavinova, ¿tocaba? Le escuché al final unas cuantas notas y ya. Y por cierto, nota mental para la pianista: cuando tocas con vientos, debes tener en cuenta para las caídas con el director, que su sonido tarda más en recorrer el instrumento que tú en bajar la tecla con el dedo.